Gorbeiako igoera Gabonzahar eguneanQue sí señores, que se me fue la pinza el día de Nochevieja y aunque tuviera que currar a la tarde (bostetararte, hainbesterako be etzan izan) me lié la manta al cuello (en la cabeza de un hombre hay de todo menos caspa... y mantas, que ya empiezo a jugar con cartulina amarilla) (ahora que lo pienso, lo que es caspa tengo a saco, pero es que si no, no quedaba como el anuncio) y me subí al monte con la gente más cabra de la cuadrilla.
Ahora, eso sí, se arrepintieron muy mucho de intentar seguir el ritmo tortuguero que lleva el que subscribe cuando sube al monte.
Hala, sus pongo un par de afotos del asunto:

Aquí llamamos a Metallica para que posaran, pero como se habían ido de gira pues nos pusimos nosotros

Comienza el demarraje. De hecho, esta foto creo que está sacada con zoom

Aquí, el Xabo a punto de darse un josconcio de cuidado al cruzar un paso un tanto complicado

Aquí, el Xabo sacando la cámara del bolsillo para fotografíar al Txikito en el momento en que se cayera cuando intentara cruzar dicho paso complicado.
Aún no me ha quedado del todo claro si esta acción vino impulsada por las estentóreas risas lanzadas en el momento de captar la anterior instantánea o por una palpable falta de originalidad a la hora de plasmar momentos embarazosos de integrantes de la cuadrilla.

Foto de árbol caído-roto. En su momento no me dí cuenta, pero ahora que la veo, cada vez se me parece más a la cabeza del alien (sí, qué pasa? sólo puede hacer fotos txorras el jakon?)

Venga txikitooo, que nos enfriamos!

Subiendo el (puto) cuestón (de los cojones) (estoy haciendo el firme propósito de limitar las palabras malsonantes en mi expresión escrita) siempre hay ocasión de darse la vuelta y contemplar el paisaje, bueno, si la marejada humana que viene por detrás te lo permite. No os penseis que se trata de una excusa para recuperar el resuello o decelerar los latidos del corazón a un ritmo menos próximo a la taquicardia.
-Venga txikitooo
-Ya voy, hostia. Seguid sin mí, que no me pierdo

Polako bebiendo vodka de una cantimplora hábilmente camuflada como botella de plástico de refresco de té al limón. Adviértase la profusión de globeros por los alrededores.
Y aquí se me acabó la batería de la cámara (y menos mal, porque también se me han acabado las ganas de seguir comentando la jornada)
Hala pues!